domingo, 3 de julio de 2011

Ya me encargaré yo de animarla ...

 

Hoy prefiero el silencio, prefiero la calma, prefiero hundirme hasta el fondo en esa gran inmensidad, quien sabe, quizá alguien consiga llegar hasta mi para ofrecerme su mano, si así fuera me aferraría a ella con fuerza para darle un voto de confianza a la esperanza, aunque no demasiada claro, la esperanza la fabricamos sobre la marcha cuando la necesitamos, pero no siempre acude a rescatarnos. Tal vez este potente sol logre calentar mi alma, tiene frío y desea permanecer sola, habrá que respetarla, ya me encargaré yo de animarla para que vuelva a sonreír.

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