domingo, 3 de julio de 2011

Quiso el destino que esa noche hiciera frío.

Si esto es amor no lo quiero, no me deja vivir. No nos buscamos, nos juntó la vida y ahora tengo miedo al día que nos separe definitivamente. No se si te quiero o te odio, has entrado dentro de mí, te llevo conmigo y lo sabes, no te puedo quitar de mi cabeza y de mi corazón. Si pasan días y no te veo me voy hundiendo en la oscuridad y cuanto más te quiero olvidar siento que más te necesito. No se que hacer ni como entretenerme para quitarte de mi mente, porque siempre vuelves a ella sin yo quererlo y maldigo el día que te conocí y tu no lo sabes. Ya no me atrevo a mirarte a los ojos porque se que verías mis pensamientos, mi corazón y lo que siento por ti y yo jamás te lo diré. Te evito pero deseo que me hables, quiero que te marches pero si te acercas un calambre me recorre el cuerpo. Si me miras me pongo nerviosa y si no lo haces me vuelvo celosa. Ahora se lo que son los celos. Me siento celosa de todas y de todo, de lo que haces, de tu espíritu, de libertad, de tu generosidad, de no saber a dónde vas. El día que te conocí no pude imaginar que me enamoraría de ti. Has entrado en mí sin yo quererlo, sin pensarlo y sin saberlo y ahora te llevo conmigo. Me llenas y me vacías. Si estás me ahogo y si te vas me falta algo, siento un vacío que lo llenan los celos. Siento todo esto. Lo siento de veras. Quizás he roto todo lo que teníamos y me duele porque para mí era algo grande, algo que nunca había tenido con nadie. Y era tan grande que no me cabía en las manos, por eso creo que se me ha escapado. Antes que nada quiero que tengas algo muy, muy claro…Te quiero muchísimo. Pase lo que pase y estemos donde y con quien estemos te seguiré queriendo. Y ése es el problema, quererte como te quiero. No sé cómo lo hiciste pero te colaste en mi bolsillo de los especiales y allí te encontraré siempre. Un día me di cuenta que a mi lado estabas porque me salpicaste con tu alma, ahora me doy cuenta que tengo que separarme un poco de ti porque ahora es esa misma alma la que me ahoga. Sabes que esto que tenemos, lo cual tú llamas amistad y yo no encuentro manera de llamarlo, se ha vuelto una droga para mí. Dependencia peligrosa que me ha hecho perder muchas cosas, que quizás pendían de un simple hilo, pero por otro lado me ha hecho ganar otras muchas que no cambio por nada. Siempre haciéndome la fuerte, creyéndome aquello de que todo está bajo control, pero no es así. Ya no puedo más

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